La salud visual se basa en el buen funcionamiento de los ojos, nervios, músculos y cerebro, que participan en la buena visibilidad. Implica también que no existen enfermedades que afectan a la visión o a las estructuras oculares.
¿Qué es la salud visual?
La salud visual, muchas veces olvidada, implica que no hay rastro de enfermedades visuales ni en las estructuras oculares. Problemas comunes como la hipermetropía, la miopía y el astigmatismo son alteraciones que no se conciben necesariamente como enfermedades de los ojos, sino que son problemas de refracción de nuestro sistema visual. Este obstáculo se puede salvar con el uso de gafas o lentes de contacto.
Consejos para cuidar la vista
La salud visual empieza por el cuidado de los ojos. Usar de manera correcta las gafas o las lentillas, utilizar las tecnologías de manera responsable (aplicando la regla 20-20-20), tener una dieta sana y equilibrada, hidratar los ojos y dormir bien, son algunos de los factores para conseguir una buena salud visual.
En cambio, el tabaquismo, la obesidad o el sedentarismo repercuten negativamente y de forma directa en la salud visual.
Mantener una buena salud visual es fundamental en todos los aspectos. A través de los ojos, uno de los órganos más delicados del cuerpo, transmitimos y comunicamos a aquellos que nos rodean. Por esta razón, una revisión en el profesional de la visión cada año puede ayudar a prevenir, detectar a tiempo y tratar problemas visuales y patologías oculares. En el caso de detectar posibles enfermedades visuales, el especialista nos puede ayudar a conocer las causas, el desarrollo y los tratamientos para cada caso concreto.
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