¿Has oído hablar de las lágrimas artificiales? Son unas gotas que fomentan la lubricación del ojo y ayudan a mantener su humedad. Se emplean especialmente para tratar la sequedad ocular derivada del ojo seco.
Aún hoy hay muchas personas que desconocen qué son las lágrimas artificiales y para qué se utilizan. Para responder a la primera pregunta, te recomendamos leer nuestro post dedicado al tema, y en este que estás leyendo, esperamos resolver tus dudas sobre los usos de las lágrimas artificiales.
Usos de las lágrimas artificiales
Las lágrimas artificiales se emplean para tratar diferentes problemas, como la sequedad ocular por espacios con humo, calefacciones o aires acondicionados o diferentes afecciones. Así, el uso más común es para combatir el ojo seco, pero también existen otros:
- Evita hacerse daño a la hora de retirar cualquier cuerpo extraño que haya dentro del ojo. Por ejemplo, cuando te entra arena en el ojo.
- Para combatir la alergia y escozor en los ojos provocados por esta. Con las lágrimas puedes solucionar la incomodidad que ocurre cuando nos pican los ojos.
- Contra la fatiga ocular porque refrescan los ojos.
- Para disminuir el roce si hay una inflamación en la conjuntiva.
- Como tratamiento postoperatorio: tras someterte a operaciones oftalmológicas, como la cirugía refractiva o la operación de cataratas es habitual usar estas gotas junto a otras para paliar síntomas de ojo seco.
Además, la toma de determinados medicamentos provoca una sequedad en las conjuntivas, algo que afecta a los ojos y que se puede tratar con las lágrimas artificiales. ¿Te ha pasado? Recuerda que antes de empezar a echarte cualquier gota, es fundamental que consultes con un especialista en salud visual. Te dejamos por aquí un enlace en el que podrás encontrar tu óptica más cercana para resolver todas estas dudas.