Qué problemas visuales afectan más al conducir
En general, al volante es imprescindible tener una muy buena salud visual. Como dice Visión y Vida, “al volante, tu vista es tu vida y la de los tuyos”. Pero, para que estés informado, te diremos algunos de los problemas más frecuentes en carretera:
- Deslumbramiento al volante: es vital impedirlo. Es algo frecuente que aumenta con la edad (y más frecuente en pacientes con cataratas, ojo seco, degeneración macular o edema corneal).
- Visibilidad nocturna: de media, perdemos un 20% de visión durante la noche, notando alteraciones en el campo de visión y en las distancias. Cualquier falta de actualización de la graduación correcta incrementa esta dificultad en la conducción. Es lo que se conoce como Miopía nocturna: pérdida de visión que sufrimos cuando intentamos ver con claridad en situaciones de poca luminosidad. Nuestra capacidad de acomodación se resiente si no hay luz, dado que el ojo, de manera natural, quiere lograr discernir detalles de los objetos y, como no lo logra, genera una pérdida de visión o agudeza visual general.
- Agudeza visual deficiente: no tener una buena visión de cerca puede generar distracciones mientras manejamos el cuadro de mandos. Lo mismo ocurre con la agudeza visual de lejos, que puede impedir que no veamos las indicaciones en carretera. Un conductor con una agudeza de 0,5 tarda tres segundos más en tomar una decisión.
- Fatiga visual: es una consecuencia del cansancio del conductor que se puede evitar con el propio descanso, con temperatura agradable al volante, evitando comidas copiosas, etc.
- Daltonismo: al no distinguir con claridad los diferentes colores, puede causarnos problemas a la hora de conducir y no ser capaces de ver el color del semáforo o señales. De ahí que los semáforos tengan establecido el color para cada parte de estos y así no dar lugar a confusiones.
Si quieres conocer cómo prevenir los problemas de visión en carretera, te recomendamos que leas este post.