Conducir, seguir correctamente una clase viendo la pizarra, ver la televisión o leer carteles por la calle son algunas de las actividades cotidianas que puede dificultar la miopía. Por suerte, contamos con diferentes métodos para afrontar esta situación, ¡te explicamos cómo se compensa la miopía!
Sistemas habituales para corregir la miopía
Actualmente, contamos con diferentes sistemas para compensar un ojo miope, seguro que los más frecuentes te suenan mucho. Te damos detalles sobre los más habituales:
- Gafas graduadas: se basan en la adaptación personalizada de gafas graduadas con lente convexa-cóncava llamada menisco negativo. Esta lente hace posible que cambie la dirección de la luz y que se enfoque directamente en la retina, corrigiendo el problema de visión. No existe una edad mínima ni máxima para su uso. ¿Sabes por qué las gafas de miopes suelen hacer que el ojo parezca más pequeño?
- Lentes de contacto: también se basan en una adaptación personalizada, las hay de diferentes tipos (blandas, rígidas, multifocales, uso nocturno, etc.) y, al igual que las gafas, facilitan enfocar la imagen en la retina, corrigiendo así la miopía. Resultan ideales para realizar determinadas actividades como el deporte, debido a su gran comodidad, y no existe una edad mínima ni máxima para utilizarlas. Recuerda, los niños también pueden usar lentillas. Descubre más aquí.
- Cirugía refractiva: operaciones quirúrgicas destinadas a la corrección de la graduación de los ojos de forma permanente. Esta opción compensa el problema refractivo, pero no la morfología del ojo, que seguirá siendo miope y deberá ser revisado cada año. Encuentra más sobre la cirugía láser aquí.
Además de estos sistemas, hay otros que no solo corrigen la miopía, ¡también la controlan! Descubre más sobre ellos en este post y, recuerda, ante cualquier cambio en tu visión, lo mejor es que acudas a tu óptica más cercana. ¡Allí te darán toda la información que necesites! ¿Quieres encontrar tu óptica? Puedes hacerlo en este mapa.