La pupila es ese punto negro que tienes en el centro del ojo. ¿Te has parado a pensar para qué sirve? ¿Cuál es su función? ¡Sigue leyendo y descúbrelo!
La pupila: qué es y para qué sirve
La pupila es una parte del ojo que se encuentra en el área central del iris. Es el lugar por donde entra la luz al ojo, ¡dirigiéndose hacia la retina!
Este punto suele tener un diámetro de entre 3 y 4,5 milímetros. Sin embargo, su tamaño no es fijo, ¡se agranda y mengua en función de las circunstancias! Estos cambios de tamaño se producen gracias a dos músculos: el esfínter de la pupila (responsable de cerrar) y el músculo dilatador de la pupila (responsable de abrir).
Las funciones de la pupila
La principal función de la pupila es la de regular la entrada de luz en el ojo. Así, permite que la retina reciba la luz que necesita dilatándose o contrayéndose. Fíjate en tus ojos y verás cómo la pupila cambia de tamaño según la luz: cuando hay mucha se hace pequeña y cuando hay poca se agranda. También se expande en otros momentos: al enfocar objetos cercanos, o ante determinados estados de ánimo como el deseo, o la ira.
Además, la pupila es esencial para que los profesionales de la salud visual examinen el fondo del ojo y determinen si hay alguna afección o lesión ocular. Para poder estudiar de forma minuciosa el ojo, se aplican unas gotas que provocan la dilatación de la pupila, que es ideal para poder ver el ojo por dentro, estudiar el cristalino, la retina y la entrada del nervio óptico.
Recuerda que es fundamental hacerte revisiones visuales periódicas para comprobar que todo anda bien. ¡No lo dejes pasar!