El ojo vago o ambliopía es aquel que, independientemente del sistema de compensación óptica que se le aplique, no logra alcanzar un 100% de agudeza visual.
¿Qué es la ambliopía u ojo vago?
Seguro que has oído hablar del “ojo vago”, también llamado ambliope, o conoces a gente que lo tiene. ¿Qué ocurre en esas ocasiones? Como decíamos, un ojo vago no alcanza una agudeza visual del 100% a pesar de que la persona utilice el sistema de compensación visual necesario. Su peculiaridad reside en que no hay ninguna enfermedad que ocasione el problema y a pesar de utilizar la mejor corrección óptica, se sigue sin mejorar la agudeza visual, que es muy importante.
Características del ojo vago
- La ambliopía se manifiesta en un solo ojo.
- Se suele diagnosticar y tratar en la infancia.
- Si no se detecta a tiempo, o si no se trata adecuadamente, el paciente tendrá la visión reducida en uno de sus ojos y padecerá este problema durante toda la etapa adulta, con mayor dificultad en la recuperación.
Causas del ojo vago
El ojo vago se desarrolla cuando uno de los dos ojos se utiliza menos que el otro por distintos motivos como:
- Estrabismo: se trata de la desviación de la línea de mirada de desviación de la línea visual de uno de los ojos, o de los dos, y la consecuencia es que los ejes visuales no tienen la misma dirección.
- Anisometropía: existe una gran diferencia de graduación entre un ojo y otro.
- Opacidades de los medios: en estas ocasiones, alguna de las estructuras por las que circulan los rayos de luz hasta llegar a la retina no es totalmente transparente. Esto ocurre por ejemplo, en niños con cataratas congénitas.