Existen tres tipos de albinismo aunque el más común es el albinismo oculocutáneo.
Tipos de albinismo
El albinismo se puede clasificar en función de la zona en la que afecte. El albinismo, que puede ser tanto localizado como generalizado, afecta al desarrollo de la retina y a las conexiones nerviosas entre el ojo y el cerebro. Así pues, curiosamente, la manera más recurrente de detectar esta enfermedad es acudiendo al oftalmólogo.
Los diferentes tipos de albinismo se pueden clasificar en función del gen que se vea afectado. Te exponemos los tres tipos más comunes:
- Albinismo oculocutáneo: este tipo es el más frecuente y se desarrolla cuando a persona ha heredado dos copias de un gen mutado, uno de la madre y uno del padre. Este albinismo provoca la disminución de pigmentación en la piel, el cabello y también los ojos.
- Albinismo ocular: se limita a los ojos. Afecta directamente a la visión y suele venir debido a una mutación genética en el cromosoma X. Este tipo de albinismo sucede sobre todo en hombres y es poco frecuente. Descubre como afecta el albinismo ocular a la visión en este post.
- Albinismo relacionado con síndromes de predisposición genética: existen síndromes que incluyen diferentes formas de albinismo oculocutáneo. Un ejemplo es el síndrome de Hermansky-Pudlak, que además de problemas de visión incluye sangrados, enfermedades pulmonares o hematomas.
Con todo esto, no existen medidas de prevención para evitar este defecto hereditario, pero sí que existen tratamientos para aliviar los síntomas y proteger los ojos y piel del afectado del sol.
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