El mito de la ceguera de los murciélagos
Los murciélagos son un grupo desconocido por su carácter nocturno. Esto ha acrecentado el mito de que son ciegos, una afirmación que nada tiene que ver con la realidad.
Los ojos de estos animales son muy pequeños, pero no quiere decir que vean peor. Tienen unas células fotorreceptoras que les ayudan a distinguir formas y contrastes como colores. Y es que, para los murciélagos, la visión es muy importante a la hora de volar en su entorno.
Debido a su naturaleza nocturna, han desarrollado una capacidad para ver a través de los oídos. Se llama ecolocalización. ¿Cómo lo hacen? Emitiendo ondas de longitudes muy elevadas a través de sus laringes o nariz y la inmediata recepción de su eco a través de sus oídos. Esto les permite aproximarse a objetos o lugares y comunicarse con otros.
El sentido del oído prevalece en esta especie, pero no elimina por completo la capacidad visual.
Muchos investigadores son capaces de detectar, a través de receptores de ultrasonido, el tipo de sonido que hacen y, en función a lo que estén haciendo o el sitio donde se encuentren, pueden descubrir qué comportamiento están teniendo. Se puede llegar a saber si está cazando o socializando, por ejemplo.
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