Cómo afecta una baja sensibilidad al contraste en la conducción
La sensibilidad al contraste es una medida que proporciona una mejor evaluación de la calidad del sistema visual que la agudeza visual.
En los días de niebla y de lluvia, así como durante la conducción nocturna, los objetos son vistos por el conductor con muy poco contraste, debiéndose extremar la atención durante la conducción.
Los conductores con una sensibilidad al contraste baja presentan todavía más dificultades en las condiciones anteriores, ya que son incapaces de distinguir los objetos entre sí.
Existen muchas situaciones en carretera donde los objetos como coches, peatones, señales indicadoras, etc., aparecen poco contrastados respecto del fondo. En estos casos, una baja sensibilidad al contraste afecta negativamente a la seguridad en la conducción
El color del coche afecta a la sensibilidad al contraste
El color del coche afecta a este factor y, en consecuencia, a la accidentabilidad. Los coches de color negro, azul, gris, verde, rojo y plateado son un 12% más propensos a tener accidentes durante el día que los coches de otros colores. Los coches más seguros, en cuanto a su color, son los de color blanco.
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