El picor o el lagrimeo son los síntomas más comunes y molestos de la conjuntivitis. ¿Sabes cómo sobrellevarla? Te dejamos algunas recomendaciones.
Recomendaciones para tratar la conjuntivitis
¿Tienes conjuntivitis? Se trata de una inflamación que no suele revestir gravedad una vez ha sido diagnosticada y se está tratando, aunque sí se caracteriza por ser muy molesta. Lo primero que debes hacer es tener cuidado para no contagiarla de un ojo a otro o pasársela a algún familiar o compañero. Repasamos sus características y tratamientos para cuidarte. ¡No te lo pierdas!
Qué es la conjuntivitis
La conjuntivitis se produce debido a la inflamación de la conjuntiva, un tejido transparente que recubre el interior de los párpados y la cubierta de la esclerótica -la parte blanca del ojo-. ¿Conoces sus síntomas más comunes? Desde visión borrosa, hasta dolor en los ojos, sensación de arena, ojos llorosos, picor o enrojecimiento ocular.
Dependiendo del agente que causa esta inflamación, se puede distinguir entre diferentes tipos de conjuntivitis:
- Conjuntivitis viral: normalmente desaparece por sí sola.
- Conjuntivitis bacteriana: en este caso lo mejor es acudir a tu oftalmólogo para que te indique el tratamiento que más te conviene.
- Conjuntivitis alérgica: puede ser estacional o aparecer en brotes durante todo el año. La ocasionan partículas como el polen, el polvo o la caspa animal.
¿Cómo aliviar los síntomas de la conjuntivitis?
Te dejamos diferentes consejos para reducir los síntomas de la conjuntivitis, ¡recuerda que es importante adaptar el tratamiento en función del agente que haya causado esta inflamación! Por eso, si notas que tus ojos están irritados y los síntomas no mejoran, pide cita a tu oftalmólogo cuanto antes.
- Suero fisiológico: limpia tus ojos con cuidado, empleando suero fisiológico y una gasa estéril.
- Lágrimas artificiales: pueden ayudar a calmar el ojo.
Recomendaciones para evitar tener conjuntivitis
La conjuntivitis es una inflamación ocular que suele ser altamente contagiosa, por eso, los consejos para evitar padecerla tienen mucha relación con la higiene.
Debes evitar tocarte los ojos, has de lavarte las manos con frecuencia, prestar atención al cuidado y recambio de tus lentillas, proteger tu visión con gafas al practicar natación, y cambiar las fundas de tus almohadas con frecuencia.