Leer siguiendo con el dedo, confundir palabras, ser poco hábil en los deportes, tener un nivel de escritura menor que sus compañeros o entrecerrar los ojos para ver bien de lejos son síntomas que nos hacen sospechar que el menor sufre un problema visual.
¿Por qué es importante fijarse en los gestos de un niño para descubrir sus problemas visuales?
La realidad es que los menores tardan un tiempo en poder detectar que tienen un problema en su visión, dado que suelen asumir que su manera de ver es la correcta porque, en muchas ocasiones, no conocen otra manera de hacerlo.
Por eso es tan importante que la familia, los profesores y la gente que les rodea se fijen en determinados gestos o actitudes que nos pueden hacer sospechar que algo no funciona bien en su visión y que debe ser corregido para que no interfiera en su desarrollo educativo.
Recuerda que uno de cada tres casos de fracaso escolar está relacionado con un problema de visión.
Síntomas que permiten detectar un problema visual en la escuela
Los profesores tienen la complicada labor, muchas veces, de ser los que detectan que algo no funciona bien. En el estudio de “La visión infantil en España 2019” de Visión y Vida, en el 13,5% de los casos fue en la escuela donde se detectó el problema visual del menor.
Entre los síntomas más claros de problema visual destacan:
- Nivel de lectura inferior al resto de la clase: un niño que tiene problemas para aprender a leer como confundir palabras, reseguir con el dedo o que tiene una lectura lenta para su edad puede tener un problema visual latente.
- Problemas para iniciar la escritura: niños que se tuercen al escribir, que cogen mal el lápiz o cuya escritura es irregular puede hacernos sospechar de la existencia de un problema.
- Falta de higiene visual en sus tareas: niños que tuercen mucho la cabeza para leer, que se acercan mucho al texto o que no mantienen mucho tiempo la postura en la escuela pueden estar teniendo dificultades visuales.
- Problemas de visión binocular: niños que se cierran un ojo, que bizquean, que necesitan entrecerrar los ojos para ver el encerado nos dan a entender la existencia de un problema.
Síntomas que permiten detectar un problema visual en casa
Al igual que en la escuela, la familia puede monitorizar ciertos malos hábitos que pueden dar a entender la existencia de problemas:
- A la hora de hacer los deberes: problemas con la lectura, falta de comprensión lectora, acercarse mucho al papel o tener una escritura muy irregular.
- A la hora de ver la televisión: acercarse mucho a la tele, entrecerrar los ojos o tapar uno de ellos con la mano, bizquear, etc.
- A la hora del juego o el descanso: hiperactividad, imposibilidad de estar tranquilo haciendo una única tarea, falta de agilidad o torpeza, etc.
Síntomas que permiten detectar un problema visual en el parque o jugando
Además de todos los síntomas o señales que hemos descrito, es muy interesante observar si en el parque el menor presenta problemas muy básicos como:
- Problema de coordinación en juegos de pelota.
- Caídas, tropezones, etc.
- Inestabilidad a la hora de jugar en columpios, con bicicletas o patinetes.
De todos modos, y como siempre decimos, aunque no se haya detectado ningún problema en el menor siempre es muy recomendable que acudamos una vez al año con él a revisión con nuestro óptico-optometrista de confianza. ¡Y si aún no tienes uno, mira el mapa de ópticas y elige el más cercano!