El nervio óptico es el encargado de conectar la retina de nuestro ojo con el cerebro de manera que, si se daña, puede provocar la pérdida de visión.
El nervio óptico es una pieza fundamental para el correcto funcionamiento de la visión, tanto es así que, si se daña, puede provocar una pérdida de visión o incluso ceguera. ¿Quieres saber cuáles son sus funciones y características? ¡Empezamos a desgranarlas!
Qué es el nervio óptico
El nervio óptico se encarga de conectar la parte posterior del ojo con el cerebro. Así, le envía diferentes señales visuales; las imágenes. Este proceso no sería posible sin la retina, la parte más interna del ojo, que es quien recibe y procesa los estímulos lumínicos en eléctricos. Estos estímulos eléctricos llegan al cerebro que es donde se produce la visión.
Está formado aproximadamente por 1,2 millones de fibras y una de sus características principales es que su tejido no se regenera. Como te imaginarás, cualquier lesión o muerte de sus fibras puede producir una pérdida de visión irreversible, con ceguera parcial o total del ojo.
Daños en el nervio óptico
Existen diferentes patologías que provocan daños en el nervio óptico. Estas son las tres principales:
- Glaucoma: esta enfermedad se produce cuando la presión intraocular se eleva.
- Drusas: si se daña el nervio óptico se provoca una disminución en la calidad visual central, los síntomas de la pérdida de visión por drusas aparecen de manera paulatina.
- Neuritis óptica: en este caso se produce una inflamación del nervio óptico provocada por falta de riego en el flujo sanguíneo.
Para poder ver el estado en el que se encuentra el nervio óptico se pueden realizar diferentes pruebas, la más popular es la dilatación de las pupilas, que permite estudiar el fondo del ojo.