Parpadeamos para evitar el impacto de objetos externos, las molestias para evitar luces intensas y para mantener el ojo hidratado y limpio. De media, pestañeamos unas 15-20 veces por minuto, aunque el ritmo varía en función de la acción llevada a cabo en el momento concreto.
¿Por qué pestañeamos?
Todos los humanos abrimos y cerramos los párpados a una velocidad elevada e involuntariamente, es decir, parpadeamos. Pero, ¿por qué pestañeamos?
La protección ocular es el principal motivo por el cual pestañeamos. La exposición de los ojos a agentes externos comporta que este se defienda cerrándose. Así, evitamos que estímulos dañinos como pueden ser una moto de polvo, una gota o cualquier otro elemento que se dirige hacia el ojo, incluso un golpe de viento, una ráfaga de luz o el humo, accedan al ojo.
La lubricación es el otro factor por el cual pestañeamos. Al cerrar los ojos, un conjunto de aceites y secreciones mucosas lubricantes se esparcen por el globo ocular manteniéndolo así húmedo. Esto permite una visión nítida y limpia. Este es el motivo por el que también existen las lágrimas.
Además, para pestañear necesitamos nuestras pestañas; ¿te has parado alguna vez a pensar cuánto nos duran y cuántas pestañas tenemos?
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