La importancia de revisar la visión tras el confinamiento
El estudio realizado por la asociación Visión y Vida en el mes de octubre de 2020 “¿Estamos cuidando la visión en la nueva normalidad?” dio unos resultados bastante llamativos en cuanto a las revisiones visuales tras el confinamiento.
La asociación observó que había muchas personas (76,3%) que manifestaron no haber revisado su visión. De los que sí lo hicieron, aproximadamente el 37% afirmó que le había aumentado su graduación. Este dato es inferior al estudio hecho en julio “Cómo ha afectado el confinamiento a nuestra salud visual” y, estadísticamente, poco significativo por el tamaño de la muestra que sí se ha revisado.
¿Y qué ocurrió con los más pequeños? Según vieron en julio, ellos fueron los más perjudicados de la situación derivada de esta pandemia y su visión se resintió.
La falta de libertad y de ocio exterior les condujo a que dos de cada diez niños hasta los 3 o 4 años hubieran estado ocho horas o más al día ante pantallas, algo que, como bien indican las autoridades sanitarias, excede mucho del máximo recomendado de una hora al día.
Revisiones visuales en los más pequeños tras el confinamiento
Entre todos estos núcleos familiares con hijos, solo una de cada cuatro familias revisó el estado de la visión de sus pequeños tras el confinamiento y una de cada cuatro familias consideró que ya tienen edad para gestionarlo por sí mismos.
Por ello, lo realmente relevante es que cerca de la mitad de las familias (47,2%) no comprobó el estado de la salud visual de sus hijos y solamente un 3,7% pidió la cita a su profesional de la visión.
Preguntaron a aquellos que aún no acudieron a revisar la visión de los menores si tenían pensado hacerlo en el futuro próximo, vieron que tres de cada cinco familias (59,1%) manifestaron no pensar en la revisión porque el menor no se quejó de ninguna molestia.
¿Qué problema reside tras esta afirmación? Los profesionales sanitarios de óptica saben que lo más normal es que el menor no perciba su problema visual porque no tiene consciencia del mismo.
¿Algo favorable? Cuatro de cada diez (40,9%) familias manifestaron que revisan la visión de sus hijos todos los años.
Si analizamos el comportamiento de estos padres, si conseguimos activar sus palancas de cambio, lograremos que tanto ellos como sus hijos acudan a las ópticas y, de este modo, mejoraremos el estado de la salud visual de ambas generaciones.
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