Es imposible estornudar con los ojos abiertos. Cuando sentimos que se acerca un estornudo, el cuerpo reacciona cerrando los ojos con el objetivo de evitar que los ojos entren en contacto con los microorganismos expulsados y así protegerse.
¿Por qué cerramos los ojos al estornudar?
El estornudo surge como mecanismo de protección. Expulsamos aire desde los pulmones y pasando por la nariz. Sirve para expulsar partículas extrañas que provocan irritación en la nariz. El estornudo es previo a la inhalación de dos litros y medio de aire que sale disparado por la nariz, acompañado de saliva.
Paralelamente, el acto reflejo de cerrar los ojos está relacionado con la protección ocular también. En el momento que el aire circula desde los pulmones hasta la nariz puede provocar el aumento de la presión ocular y cerrándolos lo evitamos.
Además, se evita que los ojos entren en contacto con las partículas que se desechan con el estornudo y que el cuerpo no quiere que entren en contacto con nuestro sistema visual.
Otra consecuencia que conlleva la acción de estornudar es el movimiento de la cabeza hacia delante. Esta es inevitable y ayuda a expulsar los microorganismos irritantes.
¿Lo habías pensado alguna vez? ¡Fíjate la próxima vez que estornudes!
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