Entrenamiento visual para adultos: qué es y para qué sirve

Se conoce como entrenamiento visual a los ejercicios de terapia visual que contribuyen a mejorar determinados problemas visuales que pueda sufrir un adulto. Generalmente estos problemas pueden estar relacionados con la binocularidad, ambliopías, estrabismos o problemas de concentración en el trabajo.

¿En qué consiste el entrenamiento visual para adultos?

Es cierto que los problemas visuales que se pueden tratar con terapia o entrenamientos visuales tienen mayores consecuencias en la etapa del aprendizaje. Pero en el caso de los adultos, existen ciertas terapias que aplicadas de la forma correcta aportan resultados exitosos. Y es que, revisar y cuidar de nuestra visión es una tarea que debemos llevar a cabo a lo largo de nuestra vida, de ahí la importancia de las revisiones visuales a cualquier edad. ¿Sabías que una persona con problemas visuales puede ver afectado su rendimiento laboral y académico? 

Pues sí, es que una mala visión nos afecta en cualquier aspecto de nuestra vida cotidiana, en el trabajo, a la hora de realizar deporte o cualquier otra actividad. Para mejorarlo, existen diferentes tipos de ejercicios visuales destinados a mejorar nuestro rendimiento visual:

• Para entrenar la visión periférica (campo visual): mejora la coordinación ojo-mano estimulando la conciencia periférica con la que conseguimos mejorar, por ejemplo, la percepción a la hora de conducir. 
• Para entrenar la fusión binocular o estrabismo: la fusión binocular es la que hace que la imagen que se recibe por ambos ojos se fusione en una sola, evitando la visión doble.Existen diferentes entrenamientos visuales que pueden ayudar a mejorar la situación del adulto.  
• Para insuficiencia acomodativa: conocida como la incapacidad que tienen los ojos de enfocar permanentemente en visión próxima, es decir, en distancia de lectura. En estos casos se suele compensar con el uso de gafas y una serie de ejercicios visuales que mejora esa capacidad visual.  
• Para adultos con ambliopía (ojo vago):es  un problema que, normalmente, se intenta corregir en la infancia, pero en el caso de los adultos que no lo hayan trabajado de pequeños, pueden ver mejorados sus resultados con tratamientos específicos y personalizados de terapia visual. 
• Para casos de adultos con daño cerebral adquirido: en algunos casos aparecen implicaciones visuales importantes que afectan a la vida cotidiana de estas personas. A través de la terapia visual pueden conseguir mayor autonomía por medio de técnicas especiales que mejoran el campo visual, equilibrio, localización en el espacio, etc. 

En cuanto a otros ejercicios de entrenamiento visual, siempre dependerá de cada caso en concreto, no todos los pacientes tienen los mismos síntomas, ni las mismas dificultades visuales, por tanto, la terapia visual debe tratarse siempre de manera específica y personalizada. ¡Es como el entrenamiento personal del gimnasio, que se diseña dependiendo de las condiciones de la persona y sus necesidades!

Por eso siempre se debe realizar un estudio para valorar los problemas visuales que sufre el adulto y diseñar un plan para cada paciente. 

¿En qué casos es adecuada la terapia visual para adultos?

Además de poder tratar las alteraciones clásicas de acomodación, convergencia y motilidad, la terapia visual puede ayudar a mejorar ciertas habilidades en problemas visuales por causas como traumatismos o ictus. 

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