Para abordar la baja visión infantil es necesario hacer hincapié en la realización de rehabilitación visual, en la utilización de ayudas para la lectura y en un buen control a través de un especialista en baja visión.
¿Sabes cómo se trabaja la baja visión en niños y en adultos? Esta situación afecta a aquellas personas que cuentan con una visión muy reducida. Para abordar la baja visión en niños y en adultos, es necesario seguir procesos y enfoques totalmente diferentes.
En el caso de los adultos, se han de seguir los objetivos del paciente, en cambio, en el de los niños se llevará a cabo a través de la rehabilitación motora y visual.
Recomendaciones para abordar la baja visión infantil
- Detección: es fundamental detectar estas situaciones. Además, debemos hacer hincapié en que desde la primera infancia es fundamental acudir a realizar revisiones visuales periódicas que puedan mejorar el pronóstico de estos pequeños al llegar a tiempo.
- Rehabilitación visual: antes de la edad escolar, es muy importante que el niño con baja visión realice rehabilitación visual, algo que podrá ayudarle a enfrentarse a sus tareas escolares. Gracias a esta rehabilitación, el pequeño podrá aprender a utilizar ayudas ópticas, realizar ejercicios que mejoren su eficacia visual y su atención, coordinación ocular o enfoque.
- Ayudas para la lectura: serán fundamentales para que el pequeño pueda seguir su proceso de aprendizaje. Hablamos de ayudas tanto ópticas, como no ópticas o electrónicas. Por ejemplo, lupas, microscopios, o sistemas electrónicos que facilitan esta acción.
Si quieres profundizar en el manejo de la baja visión infantil, te recomendamos consultar la página web de la Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión, con información de referencia en este ámbito. ¿Tienes dudas sobre la diferencia entre baja visión y ceguera? ¡No te pierdas nuestro post dedicado a este tema!