La acomodación es la capacidad del ojo de enfocar rápidamente a cualquier objeto, esté este en la distancia que sea.
¿Por qué es importante la acomodación?
El ojo necesita estar preparado para enfocar objetos a cualquier distancia y hacerlo de manera rápida. El cristalino es la lente responsable de dar más o menos dioptrías a nuestro ojo para que este pueda enfocar los objetos que se encuentran a distintas distancias. Esta es la manera en la que logramos tener una visión cómoda, nítida y, sobre todo, si todo funciona de forma correcta y coordinada, podemos dirigir y sostener la atención en aquello que miramos durante mucho tiempo.
¿Qué síntomas percibimos con los problemas acomodativos?
Si una persona tiene un problema acomodativo puede sentir una sintomatología de problema visual que se manifiesta, sobre todo, en visión borrosa, dolor de cabeza y ojo rojos (debido al esfuerzo que se está realizando para acomodar), fatiga visual o problemas de atención.
¿Qué problemas hay si no acomodamos correctamente?
Existen tres grandes problemas acomodativos que pueden ocurrir:
- Insuficiencia acomodativa: nuestra acomodación es menor de lo necesario y no podemos dar respuesta al estímulo que recibimos. Ocurre mucho a personas con ojo vago o amblíopes y sus síntomas son muy parecidos a los de la presbicia.
- Exceso acomodativo: nuestra acomodación no se relaja tras responder al estímulo, generando incluso espasmos musculares. Provoca visión borrosa de lejos y por eso se le llama “falsa miopía”.
- Inflexibilidad acomodativa: no podemos cambiar rápidamente el foco de cerca a lejos y viceversa.
Si tras leer esto, crees que puedes tener un problema similar, pide cita en tu óptica más cercana y sal de dudas.