Cambie al modo oscuro que es más agradable para sus ojos durante la noche.

Cambie al modo de luz que sea más agradable para sus ojos durante el día.

Cambie al modo oscuro que es más agradable para sus ojos durante la noche.

Cambie al modo de luz que sea más agradable para sus ojos durante el día.

Los retos de cocinar siendo daltónico

El daltonismo puede presentar desafíos únicos en la cocina, desde identificar el punto de cocción hasta evaluar la madurez de los alimentos. Descubre con varios influencers cómo adaptarse a esta condición.

Resumen

El daltonismo puede presentar desafíos únicos en la cocina, desde identificar el punto de cocción hasta evaluar la madurez de los alimentos. Influencers como EduDalton y chefs como Sergio Blázquez comparten cómo han adaptado sus rutinas para superar estos obstáculos.

Porque el daltonismo se caracteriza por la dificultad de  distinguir colores, lo que conlleva desafíos diarios. Sin embargo, aparte de las dificultades obvias, las personas con daltonismo encuentran obstáculos particulares en aspectos relacionados con la cocina y la nutrición, los cuales pueden causar incidentes menores en su rutina diaria.

Identificar este trastorno no resulta sencillo; a menudo, pasa inadvertido por los padres y se descubre casi por accidente. “Cuando era pequeño mis padres vieron que no me gustaba pintar, una vez pinté un elefante de color rosa y el pelo de Tarzán de color verde. Hay diferentes señales que vas dejando de pequeño que tus padres se dan cuenta”, comparte EduDalton, un influencer con más de 700.000 seguidores que destaca por integrar el daltonismo a su identidad digital.

 

 

Edu, el tiktoker con daltonismo

“En mi perfil de Instagram pongo ‘Soy daltónico’ porque pienso que es algo muy común de lo que no se habla nunca. De ningún aspecto, ni malo, ni bueno”, señala este joven de Valencia de 29 años. EduDalton es un músico que toca varios instrumentos, y sus post más populares abordan con humor situaciones del día a día con las que cualquier daltónico podría identificarse.

Para Edu, al igual que para otros daltónicos, cocinar presenta sus propios retos, especialmente al intentar discernir el color preciso de los alimentos, como el término de cocción de un filete. “El rosa y el gris no los diferencio, muchas veces no llego al punto de la carne o me paso, ahí suelo tirar de olor. O de la freidora de aire, que me viene muy bien” comparte. También enfrenta dificultades para evaluar visualmente la madurez de frutas, teniendo que depender del tacto o del olor para determinar su estado.

 

Afrontar el día con daltonismo

Este desafío es común entre quienes viven con daltonismo, según los expertos: “los colores de las frutas y verduras son muy llamativos y al tener daltonismo es fácil que haya problemas para diferenciar su grado de madurez”.

En realidad, para evitar este tipo de errores al identificar alimentos u otros elementos, resulta clave desarrollar estrategias desde pequeño que faciliten el aprendizaje de los colores y minimicen el impacto de estas limitaciones en la vida cotidiana. “Es importante que tanto la familia como los profesores usen estrategias para enseñarles a diferenciar los colores”, enfatiza una especialista en oftalmología, quien también subraya que “no existe un tratamiento como tal para el daltonismo, pero sí ayudas”. Estos recursos son fundamentales para facilitar el aprendizaje en la distinción de colores.

Dentro de los recursos más destacados para mejorar el día a día de las personas con daltonismo se incluyen filtros personalizados para cada variante de este trastorno, los cuales “permiten modificar los colores de las cosas y los cambian al más normal posible”. Adicionalmente, se ha desarrollado el sistema ColorADD, un sistema gráfico para la identificación de colores, que orienta a los daltónicos sobre los colores de los elementos en su entorno.

 

La historia de Sergio Blázquez 

Cocinar con daltonismo puede ser un desafío, y este reto se amplifica para aquellos que se dedican profesionalmente a ello. Para Sergio Blázquez, chef del afamado restaurante La Olma de Pedraza en Segovia, el daltonismo es una condición heredada de su familia.

Sergio tiene varias anécdotas sobre confusiones en la cocina, algo bastante común. Durante unas prácticas en un restaurante con estrella Michelin en Badajoz, tuvo una experiencia peculiar al confundir limones con naranjas. “Eran idénticos, no podía distinguir ningún color”, admite. Para evitar este tipo de contratiempos en el futuro, ha adoptado el hábito de trabajar con una lista detallada que enumera las diversas tonalidades de los alimentos. “No me aprendo los colores, tengo una lista de todas las gamas de colores del sitio y voy apuntando los códigos. No miro el color que es, porque no lo sé”, explica Blázquez.

“Trabajando en un restaurante de Madrid la lie muy parda. Yo soy muy maniático y lo tengo todo siempre muy bien ordenado. Hacíamos unas tartas de queso con granada y derretíamos la gelatina en un brandy Mascaró. Una vez, alguien vino y me cambió la botella de sitio. Yo hice la tarta como todos los días, la desmoldé y la saqué a un bufé que teníamos. Vino mi jefe después corriendo y preguntando que cuántos días llevaba hecha la tarta. No se creía que la hubiera hecho por la mañana porque estaba verde. Me preguntó qué le había echado y cuando cogí la botella me di cuenta de que, sin querer, había puesto Pipermín (un licor de menta)” cuenta entre risas Sergio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

31 Visitas
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (0 votos)
Cargando...
Back to Top

Log In

Forgot password?

Forgot password?

Enter your account data and we will send you a link to reset your password.

Your password reset link appears to be invalid or expired.

Log in

Privacy Policy

To use social login you have to agree with the storage and handling of your data by this website. %privacy_policy%

Add to Collection

No Collections

Here you'll find all collections you've created before.

Close